El dilema ético del entrenamiento deportivo

Escrito por: Lic. CFYD Luis Fernando García Reynoso, Coordinador de la Lic. En Cultura Física y Deportes
12 de diciembre de 2024 por
Sebastián Cervera Maltos

El mundo del entrenamiento deportivo ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, lo que ha generado un debate en torno a la figura del entrenador: ¿es mejor un entrenador empírico, con años de experiencia en el campo, o un licenciado en Cultura Física y Deportes, con una sólida formación académica? Más allá de las diferencias en sus conocimientos y habilidades, es fundamental analizar el aspecto ético de esta cuestión.

 
El Entrenador Empírico: Experiencia y Intuición
El entrenador empírico basa su práctica en la experiencia adquirida a través de los años, tanto como atleta como como entrenador. Su conocimiento es a menudo intuitivo y se transmite de generación en generación. Las ventajas de este tipo de entrenador son evidentes: 

  • Conexión personal: Su experiencia le permite establecer una relación más cercana con los atletas, lo que facilita la motivación y el cumplimiento de los objetivos. 
  • Adaptabilidad: Puede ajustar los entrenamientos de manera flexible según las necesidades individuales de cada atleta. 
  • Resultados rápidos: En muchos casos, los entrenadores empíricos han logrado obtener resultados destacados con sus atletas.

Sin embargo, también existen ciertas desventajas: 

  • Falta de fundamentación científica: La ausencia de una formación académica puede llevar a cometer errores en la planificación y ejecución de los entrenamientos. 
  • Riesgo de lesiones: Sin los conocimientos necesarios en fisiología y biomecánica, el entrenador empírico puede diseñar programas de entrenamiento que aumenten el riesgo de lesiones. 
  • Dificultades para innovar: La resistencia al cambio y la tendencia a seguir métodos tradicionales pueden limitar el desarrollo del atleta. 

El Licenciado en Cultura Física y Deportes: Conocimiento y Ética
El entrenador licenciado posee una formación académica sólida que le proporciona los conocimientos necesarios para diseñar programas de entrenamiento seguros y efectivos. Sus ventajas son las siguientes: 

  • Conocimiento científico: Aplica principios de fisiología, biomecánica y psicología del deporte para optimizar el rendimiento de los atletas. 
  • Prevención de lesiones: Diseña programas de entrenamiento personalizados que minimizan el riesgo de lesiones. 
  • Ética profesional: Adquiere una formación en ética deportiva que le permite tomar decisiones responsables y respetar los derechos de los atletas.

No obstante, también existen algunos desafíos

  • Falta de experiencia práctica: En algunos casos, los recién graduados pueden carecer de la experiencia necesaria para adaptarse a las necesidades de cada atleta. 
  • Enfoque excesivamente teórico: A veces, los licenciados pueden priorizar el aspecto teórico sobre el práctico, lo que puede generar una desconexión con los atletas. 
  • Dificultad para encontrar trabajo: La competencia en el mercado laboral puede dificultar la inserción de los jóvenes profesionales. 

La Ética en el Entrenamiento: Un Desafío Común
Tanto los entrenadores empíricos como los licenciados deben enfrentar desafíos éticos en su práctica. Algunos de los aspectos más importantes a considerar son: 

  • Conflicto de intereses: El uso de sustancias prohibidas, la promoción de productos no aprobados o la explotación comercial de los atletas son prácticas que deben ser condenadas. 
  • Relación entrenador-atleta: Es fundamental establecer una relación basada en el respeto, la confianza y la transparencia. El entrenador debe evitar cualquier tipo de abuso de poder o discriminación. 
  • Responsabilidad social: El entrenador tiene la responsabilidad de promover valores como el juego limpio, la solidaridad y el respeto al medio ambiente.

 
Conclusiones
La elección del entrenador ideal depende de diversos factores, como los objetivos del atleta, su nivel de experiencia y sus preferencias personales. Lo importante es que el entrenador, independientemente de su formación, actúe de manera ética y profesional.
Idealmente, el entrenador del futuro combinará la experiencia y la intuición del entrenador empírico con los conocimientos científicos y la ética del licenciado en Cultura Física y Deportes.

Compartir
Categorías
Archivar