EL SÍNDROME DE BURNOUT

CUANDO EL TRABAJO SE CONVIERTE EN UN PESO INSOPORTABLE
12 de septiembre de 2024 por
Sebastián Cervera Maltos

Escrito por: Sofía Hernández Castillo

El Síndrome de Burnout, también conocido como el síndrome del trabajador quemado o síndrome de desgaste ocupacional, es una condición psicológica cada vez más común en el ambiente laboral contemporáneo. La Universidad de Especialidades, siempre comprometida con el bienestar general y de sus colaboradores, lo estudia para mejorar la calidad de vida de sus trabajadores. Se caracteriza por un agotamiento emocional, mental y físico causado por el estrés crónico en el lugar de trabajo. Este estado de agotamiento puede tener graves consecuencias tanto para la salud del individuo como para su desempeño laboral y su vida personal.
El término "burnout" fue acuñado por primera vez por el psicólogo Herbert Freudenberger en la década de 1970 para describir el impacto del estrés crónico en el personal de atención médica. Desde entonces, el concepto se ha ampliado para incluir a trabajadores de diversos campos, desde profesionales de la salud hasta empleados de oficina, educadores y más. (Fontes, F. ,2020)

 
Se consideraba que dicho síndrome podía ser ocasionado no solamente por estrés laboral, sino que también se podía presentar en personas con problemas relacionados con dificultades con control de la vida.
En mayo del 2019 la OMS durante su asamblea número 72, presentó la Undécima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). Esta versión incluyó un importante cambio, producto del aprendizaje continuo, con respecto a las ediciones anteriores al incorporar el síndrome de desgaste profesional (anteriormente conocido como burnout en la CIE-10) como un problema relacionado con el trabajo. A partir de la entrada en vigor de la nueva clasificación en enero de 2022, el síndrome de desgaste profesional pasó a formar parte del capítulo 24: Factores que influyen en el estado de salud o el contacto con los servicios de salud, específicamente dentro de la subcategoría de problemas asociados con el empleo y el desempleo, y se codifica como QD85: Síndrome de desgaste ocupacional.

 
Algunos de los principales factores que pueden contribuir al aumento del desarrollo del síndrome de burnout son los siguiente: 

  • Altas demandas laborales: Las altas cargas de trabajo, los plazos ajustados y las expectativas poco realistas pueden generar estrés crónico y presión en los empleados. 
  • Falta de control: La sensación de falta de control sobre las tareas laborales y el entorno de trabajo. Los empleados que tienen poca autonomía o capacidad para tomar decisiones sobre su trabajo pueden sentirse atrapados y abrumados. 
  • Falta de apoyo: La falta de apoyo emocional y profesional por parte de los lideres y compañeros puede aumentar el estrés y la sensación de aislamiento en el trabajo. Los empleados que se sienten solos o mal comprendidos pueden tener dificultades para hacer frente al estrés laboral y, por lo tanto, son más propensos a experimentar burnout o síndrome de agotamiento ocupacional. 
  • Ambigüedad en los roles laborales: La falta de claridad sobre las responsabilidades y expectativas laborales puede generar confusión y ansiedad en los empleados, lo que contribuye al estrés. 
  • Conflictos interpersonales: Los conflictos con compañeros o clientes pueden crear tensiones adicionales en el trabajo y aumentar la probabilidad de burnout. Las relaciones laborales tensas o conflictivas pueden desgastar el bienestar emocional de los empleados y hacer que se sientan desmotivados y agotados.

  • Valores organizacionales y cultura laboral: Cuando los valores de la organización entran en conflicto con los valores personales de un individuo, puede generar disonancia cognitiva y malestar emocional. Una cultura laboral que prioriza el trabajo en exceso, el individualismo o la competencia desmedida puede contribuir al desarrollo del síndrome. (Boada, R De Diego, E Ayullo., 2012) El síndrome de burnout puede tener consecuencias significativas tanto a nivel personal como profesional. Estos son algunas de las principales consecuencias del síndrome de burnout: 
  • Problemas de salud física: El estrés crónico asociado con el síndrome de burnout puede tener un impacto negativo en la salud física de una persona. Esto puede manifestarse en forma de fatiga crónica, dolores musculares y articulares, trastornos del sueño, problemas gastrointestinales, presión arterial alta y mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. 
  • Problemas de salud mental: El burnout puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, como la ansiedad y depresión. Los individuos afectados pueden experimentar sentimientos de desesperanza, desesperación, irritabilidad y falta de motivación. 
  • Desgaste emocional: El agotamiento emocional es uno de los principales síntomas del síndrome de burnout. Los individuos pueden sentirse emocionalmente drenados o desbordados, apáticos y desconectados de su trabajo, sus compañeros y sus clientes. Esto puede afectar negativamente las relaciones interpersonales y la calidad de vida en general. 
  • Despersonalización: implica desarrollar actitudes negativas y cínicas hacia el trabajo y las personas con las que se interactúa en el mismo. Esto puede manifestarse en comportamientos distantes, sarcásticos o incluso hostiles hacia los demás. 
  • Bajo rendimiento laboral: puede afectar significativamente el rendimiento laboral de una persona. Los individuos afectados pueden experimentar dificultades para concentrarse, tomar decisiones y completar tareas de manera eficiente. Esto puede llevar a una disminución en la productividad y la calidad del trabajo.
  • Aumento del ausentismo laboral: Las personas que sufren de burnout pueden faltar al trabajo con más frecuencia debido a problemas de salud física y mental, o simplemente porque necesitan un descanso para recuperarse del agotamiento emocional y el estrés laboral. 
  • Rotación de personal: El síndrome de burnout puede contribuir a una alta rotación de personal en las organizaciones, ya que los empleados afectados pueden optar por abandonar sus trabajos en busca de un entorno laboral menos estresante y más satisfactorio. (Álvarez Gallego, E., & Fernández Ríos, L. 1991). 

La prevención y el manejo del síndrome de burnout son fundamentales tanto a nivel individual como organizacional. Aquí se listan algunas estrategias efectivas para prevenir y manejar el síndrome de burnout:
A nivel individual: 

  • Practicar el autocuidado: Dedica tiempo regularmente para actividades que promuevan tu bienestar físico, emocional y mental, como hacer ejercicio, meditar, practicar hobbies, o pasar tiempo con amigos y familiares.
  • Establecer límites claros: Aprende a decir "No" cuando sea necesario y establece límites saludables entre el trabajo y la vida personal. Reserva tiempo para desconectar del trabajo y recargar energías. 
  • Buscar apoyo emocional: Habla con amigos, familiares o un psicólogo sobre tus preocupaciones y sentimientos relacionados con el trabajo. El apoyo emocional puede ayudarte a manejar el estrés y tener una perspectiva sobre tus desafíos laborales. 
  • Desarrollar habilidades de afrontamiento: Aprende técnicas efectivas de manejo del estrés, como la respiración profunda, la visualización positiva o la práctica de la atención plena (Mindfulness). Estas herramientas pueden ayudarte a reducir el estrés y a mantener la calma en situaciones difíciles. 
  • Establecer metas realistas: Fija metas alcanzables y realistas en el trabajo y prioriza tus tareas según su importancia y urgencia. Aprende a delegar responsabilidades cuando sea necesario y a no sentirte culpable por no poder hacerlo todo.

 
A nivel organizacional: 

  • Promover una cultura de bienestar: Las empresas deben fomentar una cultura organizacional que valore el bienestar de los empleados tanto como el rendimiento laboral. Esto implica crear un ambiente de trabajo que promueva el equilibrio entre la vida laboral y personal, reconociendo la importancia de tomarse descansos adecuados, fomentar la autonomía y la flexibilidad en el trabajo, y promover la comunicación abierta y el apoyo mutuo entre los colegas. 
  • Proporcionar recursos y apoyo: Los líderes deben asegurarse de que los empleados tengan acceso a los recursos y el apoyo necesarios para manejar el estrés y las demandas laborales. Esto puede incluir la implementación de programas de bienestar, como sesiones de mindfulness, sesiones de activación físicas o talleres de manejo del estrés, así como acceso a asesoramiento o servicios de apoyo emocional. 
  • Establecer expectativas claras: Es importante que los líderes establezcan expectativas claras en cuanto a las responsabilidades laborales y los objetivos de desempeño, evitando la sobrecarga de trabajo y proporcionando un equilibrio adecuado entre los desafíos laborales y las habilidades de los empleados.
  • Fomentar el desarrollo profesional: Ofrecer oportunidades de desarrollo profesional y crecimiento dentro de la empresa puede ayudar a los empleados a sentirse valorados y comprometidos con su trabajo, reduciendo así el riesgo de burnout. Esto puede incluir programas de capacitación, asignación de proyectos interesantes y oportunidades de promoción interna. 
  • Fomentar la comunicación abierta: Los líderes deben fomentar un ambiente en el que los empleados se sientan cómodos expresando sus preocupaciones y necesidades. Esto puede implicar la realización de encuestas de satisfacción laboral, la celebración de reuniones periódicas uno a uno para discutir el bienestar de los empleados, y la creación de canales de comunicación abiertos y transparentes dentro de la organización. 
  • Dar ejemplo: Los líderes deben dar ejemplo practicando el autocuidado y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Esto puede incluir tomar descansos regulares, fomentar la desconexión digital fuera del horario laboral y delegar tareas de manera efectiva para evitar la sobrecarga de trabajo. 
  • Reconocer y recompensar el trabajo bien hecho: Reconoce los logros y contribuciones de los empleados de manera regular y significativa. El reconocimiento y la recompensa pueden aumentar la moral y la motivación de los empleados, y reducir el riesgo de burnout. 
  • Evaluar y abordar los factores de riesgo: Realiza evaluaciones periódicas del clima laboral y las prácticas de gestión para identificar los factores que pueden contribuir al burnout. Toma medidas para abordar estos factores y mejorar la salud y el bienestar de los empleados. 

Al implementar estas estrategias a nivel individual y organizacional, se puede reducir significativamente el riesgo de síndrome de burnout y promover un entorno laboral más saludable, productivo y satisfactorio para todos.
En conclusión, el Síndrome de Burnout es un problema significativo en el mundo laboral actual, con consecuencias potencialmente graves para la salud y el bienestar de los trabajadores. Reconocer los signos y síntomas del burnout, así como abordar las causas subyacentes, es fundamental para prevenir y gestionar esta condición y promover un entorno laboral saludable y productivo para todos.

BIBLIOGRAFÍA:
1. Álvarez Gallego, E., & Fernández Ríos, L. (1991). El Síndrome de" Burnout" o el desgaste profesional. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría., 11(39), 257-265.
2. Boada, R De Diego, E Ayullo. (2012) El burnout y las manifestaciones psicosomáticas como consecuentes del clima organizacional y de la motivación laboral, Psicothema, 16 (1) (2004), pp. 125-13.
3. Fernandes Fontes, F. (2020). Herbert J. Freudenberger and the making of burnout as a psychopathological syndrome. Memorándum: Memoria E Historia Em Psicología, (37).
4. OMS (2022), World mental health report: Transforming mental health for all, World Health Organization, (296) recuperado de: https://www.emro.who.int/mnh/publications/world- mental-health-report.html

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